En medio del escenario actual de Afganistán, con la toma del poder por parte de los talibanes y la creciente opresión contra las mujeres, una artista ha destacado por su valor y sensibilidad: Shamsia Hassani.
Shamsia es una artista que enseñó en la universidad de Kabul y está considerada la primera grafitera del país, y sus obras representan el papel y la posición de la mujer en una sociedad opresiva, pero también el contraste de los tiempos actuales.

Empezó a dedicarse al grafiti tras un taller dirigido por el artista CHU en Kabul, y desde entonces ha desarrollado un estilo único y fácilmente identificable: una mujer sin boca y con los ojos cerrados.

"Me gustó mucho y pensé que tenía muchos usos. Creí que el graffiti podía ser una herramienta con la que transformaría los muros destrozados por la guerra de mi ciudad en pinturas llenas de color", explicó Shamsia. "Los colores esconderían historias de guerra en las paredes de mi ciudad y la gente vería cosas nuevas en lugar de señales de balas y grietas".

"También creía que podía ser una forma de que la gente conociera mi arte, gente que nunca había estado en una exposición ni visto mis obras. Podrían tener la oportunidad de descubrir y disfrutar algo nuevo". Quizá algunos incluso se harían fotos delante y tendrían unos minutos de entretenimiento".

El reto de ser una artista callejera es aún mayor en un país donde a las mujeres no se les permite hacer prácticamente nada, y Shamsia ha sido maldecida e incluso llamada pecadora en ocasiones. Cuenta que se sentía insegura muy pronto cuando iba a pintar a la calle, a veces se quedaba sólo 15 minutos y volvía a casa. Así que decidió simplificar su obra en lugar de dejarla inacabada.

A continuación, vea más del increíble trabajo de la primera mujer grafitera de Afganistán.

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