El tatuaje en Japón es un arte muy antiguo, que ha pasado por varias fases y prohibiciones.

Se consideraba una especie de castigo para los delincuentes, un motivo de orgullo para los guerreros, una prueba de valor e identificación para los mafiosos e incluso una forma de expresión de la clase popular contra la represión.

La expresión japonesa para su antiguo método de tatuaje es tebori, que significa "tatuaje a mano", y la palabra para un tatuaje realizado por el método tebori es horimono. Otra palabra más antigua pero común para referirse a los tatuajes en japonés es Irezumi, que significa "tatuado como castigo".

Bien conocido por imprimir cuerpos enteros de la yakuzafamosa mafia japonesa.

 El grupo muestra su tatuaje, para demostrar que se unió a la mafia prometiendo honor y respeto a la misma, siendo capaz de dar su propia vida por la sociedad.

Es un arte que se ha perfeccionado con el tiempo. Tiene su origen en las xilografías del antiguo periodo Edo (1804-1868).

En el periodo Edo (siglo XVIII), con el gran crecimiento japonés, el tatuaje ganó espacio como forma de arte. Se utilizaron como modelos imágenes tradicionales de acuarela, trozos de madera y figuras de libros, y como resultado de mucha paciencia y dolor, se creó un hermoso tatuaje.

La técnica se llama tebori que significa tallar, grabar con las manos.

El método de penetración en la piel con la mano es el mismo que con una máquina de tatuar, con la diferencia de que la acción capilar de la apertura de la piel es diferente. Según muchos entusiastas tebori, no hace daño a los tejidos, tanto como es posible con una aguja eléctrica.

 

¿Pero cómo funciona? La diferencia entre el tatuaje a máquina y el Tebori es que éste se realiza de forma artesanal, desde la preparación de los tintes y las agujas hasta el método de inserción de la tinta en la piel. En lugar de máquinas que funcionan con corriente eléctrica, el tebori se realiza con tallos de bambú, madera o marfil. Se utilizan dos, tres o cinco agujas para realizar las líneas de contorno más finas. Para las líneas más gruesas se utilizan de 10 a 12 agujas. En el relleno negro y el sombreado conocido como Bokashi Se utilizan de 20 a 30 agujas en 3 filas.

Los pigmentos utilizados por los tatuadores japoneses provienen de plantas, cuando se desea un color en tonos grises, una piedra japonesa llamada sumi-ê. Para obtener el pigmento grisáceo, la piedra se muele en polvo y se mezcla con agua. La varilla se sumerge en los pigmentos y luego el artista comienza a perforar la piel, dando la forma al diseño.

En Brasil, hay pocos tatuadores que utilizan este método.

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