Lo que vemos de los tatuajes es lo que hay en la epidermis, la capa superior de la piel, mientras que en realidad la tinta está en la segunda capa, la dermis.
Como la dermis tiene células aún más estables que la epidermis, la tinta se mantiene en su sitio, haciendo que el tatuaje sufra cambios mínimos (desvanecimiento, aumento del grosor de las líneas).
El tatuajes Hoy en día se realizan con máquinas accionadas por un motor eléctrico y controladas por un pedal que regula la intensidad y la velocidad de las agujas. La máquina también debe tener una aguja esterilizada y una tinta especial, adecuada para los tatuajes.
Asegúrate de que el estudio donde te vas a tatuar desecha las agujas usadas, para preservar tu salud. La aguja penetra en la capa de la piel para fijar la tinta.
Durante el proceso, el tatuador limpiará tu piel con agua y una toalla de papel, lo que, además de limpiar el exceso de sangre y tinta, suele refrescar un poco la zona y aliviar el dolor del tatuaje.
Una vez finalizado el proceso, le limpiará la piel y deberá realizar un vendaje, para lo que puede utilizar diferentes tipos de humectantes o pomadas (Bepantol, Long Life Tatoo son las más populares) y lo cubrirá con papel film, que deberá retirar en un corto periodo de tiempo, alrededor de 2 horas.
Otro método para hacerse un tatuaje es el Tebori, una técnica tradicional oriental.
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