Los tatuajes con final trágico son fuente de curiosidad morbosa. Tanto por los grotescos errores en portugués como por las obras de arte de dudoso gusto. A todos nos encantan estas perlas, pero en el fondo luchamos con el terror de que, en una de éstas, podríamos convertirnos en un ejemplo viviente. Un par de meteduras de pata y ahí estamos, con un "Decase In Peace" o un garabato que parece salido del MS Paint.

Pero no hay por qué desesperarse. Hemos preparado una guía paso a paso que te inmunizará contra los desastres de la tinta permanente. Sólo tienes que seguir estos consejos y tu sueño de tatuaje se hará realidad, ¡compruébalo!

Investiga a tu tatuador

El consejo más esencial para cualquiera que quiera dedicarse al tatuaje es investigar bien el trabajo de los artistas. Echa un vistazo a sus portafolios para hacerte una idea del aspecto que tendrá tu piel una vez curada.

Si tu idea es grande o compleja, es indispensable una consulta cara a cara con el tatuador para perfilar el resultado final. Considera una bandera roja si no te lo sugiere o no muestra ningún compromiso por entender lo que realmente quieres.

Encontrar el punto óptimo entre calidad y coste

Ya lo dice el refrán: "el trabajo barato sale caro". En el tatuaje, esta verdad no es negociable. El trabajo profesional nunca es barato. Incluso los diseños más sencillos pueden superar fácilmente los 500 reales. Al fin y al cabo, tu piel es eterna. ¿Merece la pena ahorrar para algo que tendrá que llevar siempre encima si sale mal? En caso de duda, arremángate y reúne algo de dinero para hacerte algo realmente de ensueño.

Compruebe y vuelva a comprobar su diseño

Cualquier buen tatuador debería avisarte si hay algún error grotesco de ortografía o dibujo. Pero nunca está de más que lo compruebes tú primero. Y no te engañes, no sólo la ortografía puede ser complicada: citas, monumentos famosos, cualquier cosa puede salir mal si no prestas atención. Para tu propia tranquilidad, vale la pena repasar el dibujo con un círculo de confianza para asegurarte de que todo está en orden.

Aléjese de la polémica

No queremos ser los pesados que estropean el chiste, pero piénsalo: lo que te parecía gracioso hace 20 años puede haberse vuelto anacrónico hoy. Así que, en caso de duda, lo mejor es evitar cualquier cosa que pueda ser vista como ofensiva o controvertida por los demás.

Viste a la moda

Parece una tontería, pero es muy importante ir preparado a la sesión de tatuaje. Esto incluye llevar ropa cómoda que no estorbe el trabajo del tatuador.

¿Pantalones ajustados si te vas a tatuar la pierna? Ni hablar. ¿Mangas largas si te vas a tatuar una manga? ¡De locos! Tu comodidad (y la cicatrización de tu tatuaje) te agradecerán que elijas la ropa adecuada.

No olvide los cuidados posteriores

Por último, no importa lo bueno que sea tu tatuador: una vez que hayas cruzado el umbral del estudio, el cuidado del tatuaje depende enteramente de ti.

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