En un reciente artículo del blog Freakonomics del New York Times, se publicaban los resultados de una prueba directamente relacionada con las personas tatuadas bajo el título "El valor de un tatuaje en la educación superior".

Según el artículo, el psicólogo David B. Wiseman, realizó una prueba con 128 estudiantes, en la que mostró fotos de modelos femeninas tatuadas y no tatuadas, presentadas como "instructoras universitarias". Lo que pudo analizar es que los estudiantes preferían a las tatuadas:
? El análisis muestra que la presencia de tatuajes se asoció con algunos cambios positivos en las evaluaciones: la motivación de los estudiantes, ser imaginativos con las tareas y la probabilidad de que los estudiantes la recomendaran como instructora?

Todavía en el mismo blog, es posible ver otro artículo de Steve D. Levitt, que trae números muy interesantes de una encuesta realizada en 2006 por Pew Research, que muestra que:

  • 40% de los estadounidenses de entre 26 y 40 años tienen al menos un tatuaje
  • 36% entre 18 y 25 años tiene un tatuaje
  • sólo 1 de cada 10 personas mayores tiene un tatuaje.

En el artículo, lo examina desde el punto de vista de un economista, tratando de analizar por qué los tatuajes son tan populares:

Una posibilidad es que la gente simplemente disfrute del placer de su belleza intrínseca, igual que admira el arte en un museo. Sin embargo, el lugar donde la mayoría de estas personas se hacen los tatuajes les hace plantearse esta posibilidad, ya que se encuentran en la espalda, un lugar poco visible.

Por otro lado, señala el hecho de que los tatuajes son algo irreversible, y eso los hace más populares porque son poderosas herramientas de identificación, citando que cuanto más costoso es realizar una acción, más poderoso es lo que representa. Como ejemplo, cita el tatuaje de la cara de Mike Tyson, que envía un gran mensaje sobre sí mismo.

Lea la noticia completa en Freakonomics (en inglés)

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