Cualquiera que mire cualquier foto de la pin up moderna Sabina Kelley puede imaginar mil cosas sobre ella, pero sin duda pocos saben realmente quién es esta mujer.

Rubia, curvilínea, de ojos azules, 1,90 de estatura y los brazos cubiertos de tatuajes, la modelo y bailarina californiana es esposa, madre de tres hijos y totalmente reacia a las fiestas. Los fines de semana se dedica a cenar con su marido y a estar con sus hijos.

Inspirada en grandes figuras como Sally Rand, Lili St. Cyr y, por supuesto, la tristemente célebre Bettie Page, Sabina está considerada uno de los principales iconos del burlesque actual, y una firme aspirante a suceder a Dita Von Teese como la principal diva del burlesque, salvo, claro está, por la cantidad de pintura en la piel de la rubia.

Ex bailarina y ex show girl, Sabina fue invitada una vez a hacer una sesión de fotos con temática pin up, y nunca abandonó este universo que, como ella dice, le apasiona. Hoy acumula más de 50 portadas, ensayos, editoriales y muchos tatuajes en su carrera.

Dice que su gusto por los tatuajes empezó pronto, el primero, un dibujo de una herradura y un tatuaje de un caballo. tragar Los tatuajes de la nuca casi le consiguen un trabajo como bailarina del Moulin Rouge. Pronto le siguieron otros tatuajes, de hecho varios en su cuerpo, sobre todo en los brazos, el izquierdo dedicado a diseños tradicionales, y el derecho de estilo japonés con la mayoría de los diseños realizados por su marido, el tatuador Kent Kelley, pero también con arte firmado por Kat Von D, Cartoon, entre otros grandes artistas del tatuaje.

En la actualidad, Sabina posee dos estudios de tatuajes, una clínica de eliminación de tatuajes en la que trata a los clientes ella misma, que es especialista certificada en eliminación de tatuajes y viaja por todo el mundo con sus actuaciones de burlesque, por no mencionar que sigue ocupándose de su casa, su marido y sus hijos. Sabina no es poca cosa, ¿verdad?

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