Para algunos practicantes de Yoga, el cuerpo es algo sagrado y no debe mancharse. Para otros, la piel no es más que un lienzo en blanco que permite desplegar pensamientos, textos y deidades que inspiran e informan su práctica.
Estos trabajos, realizados en hombros, pecho, brazos y piernas pueden "esconderse" durante una jornada laboral, como hacen muchos. Sin embargo, cuando se practica Yoga en muchos casos, la ropa desaparece, y los tatuajes se muestran.
O New York Times ha creado una galería con varias personas tatuadas que practican Yoga. Échale un vistazo a continuación:
CAROL TESSITORE, 32 AÑOS
El pavo real que cubre el lado izquierdo de la espalda de Carol es una forma de representar su personalidad, siendo a veces exhibida y también cálida. Carol es practicante de vinyasa y dice que su tatuaje le llevó más de 25 horas y le costó más de 2.000 dólares.
LULA TRAINOR, 28 AÑOS:
Trainor, que actualmente practica el Anusara por sus principios de alineación universal, tenía 19 años cuando hizo el tAccionamiento de la Flor de Loto en su pecho. Se sintió atraída por el símbolo, ya que nace en agua sucia y emerge a la luz, lo que le agradó.
DAVID VIDA, 61 AÑOS
Los tatuajes marcan un momento que quieres recordar. Life es cofundador de la escuela internacional Jivamukti Yoga. Life ha realizado sus tatuajes en 4 fases, pero afirma haber dejado de hacerlo después de que se convirtieran en "mainstream".